Atrevida, provocativa o transgresora son algunos de los calificativos más suaves que ha recibido la publicidad a lo largo de la historia. Los intereses de las grandes marcas por irrumpir en el mercado, unido a la destreza (y, para algunos, también falta de ética) de los diseñadores, ilustradores y creativos han puesto a la publicidad en el punto de mira de políticos, legisladores y movimientos sociales, que además de criticar continente y contenido, han querido poner fronteras a la libertad de expresión. Sin embargo, ¿Hasta dónde llegan los límites? ¿Qué se puede y qué se debe publicar o emitir? ¿Qué carteles de publicidad son políticamente correctos  o incorrectos?

Carteles antiguos de publicidad politicamente incorrecta

 

En sus inicios las grandes compañías habían de recurrir a formatos como el papel o el metal para llegar al gran público. Ilustradores y diseñadores daban rienda suelta a su imaginación en carteles de publicidad, pósters de gran tamaño, chapas o postales metálicas al objeto de plasmar mensajes llamativos que, para captar la atención del lector o del espectador, debían ser pronunciados por personajes famosos o enmarcarse en situaciones cuanto menos paradójicas o irreales. Prácticamente todo valía, quedando la moral o la ética supeditada a los intereses del mercado. Niños recomendando a sus padres que fumen, Papá Noel repartiendo cajetillas de su marca de tabaco preferida, caricaturas con actitudes violentas y desafiantes…

Carteles de publicidad de marcas de tabaco

Con la aparición de los Mass Media (radio y televisión, fundamentalmente), las marcas comerciales vieron un mundo de posibilidades para llegar a sus consumidores potenciales. El vídeo y el sonido brindaban un enorme abanico a los creativos, especialmente a medida que la tecnología crecía. Cierto que las tendencias y los valores sociales han ido moldeándose a lo largo de las décadas. Tampoco hay que olvidar que la cultura y las costumbres de cada país no responden a unos mismos cánones. Sin embargo, la relación entre libertad de expresión y libre mercado no siempre se ha adecuado a normas y comportamientos lógicos, más allá de creencias personales o hábitos culturales.

Carteles de publicidad machista

Hay temas muy delicados como es el caso de las personas mayores, dependientes, discapacitadas o de los niños. Otros como el sexo, la religión, la violencia de género, el racismo, los menores de edad, las drogas…son considerados tabús. De todos ellos se ha valido en mayor o menor medida la publicidad, aunque uno de los grandes tópicos, posiblemente la temática por antonomasia en la que más solemos pensar cuando hablamos de carteles de publicidad o ilustraciones políticamente incorrectas son aquellos relacionados con el machismo.

La teórica inferioridad de la mujer respecto al hombre, asumida no hace demasiadas décadas por sociedades de países avanzados, ha suscitado no sólo un gran debate, sino reacciones enérgicas, hasta el punto de convertirse en paradigma de las reivindicaciones sociales en materia de igualdad. Ejemplos de carteles de publicidad machista, hay muchos. ¿Quién no recuerda el cartel de un hombre sentado pegándole azotes en el culo a su mujer, cuál fuera un niño pequeño? ¿Quién no ha visto carteles en los que se alude directamente a la mujer como única responsable de las tareas de casa para anunciar productos de limpieza, alimentos o electrodomésticos de cocina?

Carteles publicitarios machistas

Por no hablar de un cartel o postal de publicidad en el que, para vender corbatas, aparece el marido recostado sobre la cama aguardando satisfecho que la mujer llegue con la bandeja para servirle el desayuno...y que, para colmo, lo haga literalmente arrodillada. Otra ilustración igual de sonada fue aquella donde las piernas de un hombre pisan la cabeza de una mujer que está sobre el suelo y cuyo cuerpo simula el de una alfombra.

Mujer sumisa

carteles publicitarios politicamente incorrectos

También ha sido frecuente relacionar la figura de la mujer con el sexo o el alcohol, pero siempre desde una perspectiva completamente machista, con el hombre como macho que domina la situación y tiene plenos derechos frente a una mujer sumisa, previsible, fácil de contentar, carente de iniciativa y que debe conformarse con ser la típica y perfecta ama de casa, o pasa por ser una mujer vulgar. Nada más lejos de la realidad. ¿O no? ¿Crees que eran políticamente correctos o incorrectos? ¿Se tendría que haber puesto frenos? ¿Debe la publicidad ir por delante de la sociedad? ¿Deben los anuncios educar a los clientes potenciales? ¿Carteles de publicidad políticamente correctos o incorrectos?