Pocas cosas dan tanto juego como el folclore. Tópicos, lugares famosos, tradiciones, arte, iconos de la pequeña o de la gran pantalla…todo vale para identificar un país o región, sus costumbres, gentes y cultura. En este sentido, los carteles y postales metálicas han sido y continúan siendo un excepcional soporte donde inmortalizar este folclore. El estilo vintage o retro casa a la perfección con muchas ilustraciones y mensajes, constituyendo una joya para los coleccionistas, un estupendo accesorio para la decoración de bares y restaurantes, un reclamo promocional para agencias y oficinas de turismo o un recuerdo imborrable para alguien que ha vivido o ha disfrutado unos días de plácido descanso en un destino inolvidable.
En el caso de los carteles clásicos vintage relacionados con España, los toros y sus ganaderías más emblemáticas, los trajes de flamenco y de sevillana, accesorios como los abanicos y las peinetas, toneles de vino, la guitarra española... son los elementos más característicos, si bien depende de la zona en cuestión. Posiblemente Andalucía y sus costumbres son uno de los recursos más utilizados por publicistas e ilustradores. No obstante, personajes como El Quijote, con Sancho Panza a su lado montado en burra y los molinos de viento en el horizonte; lugares tan simbólicos como la Puerta del Sol de Madrid, la Sagrada Familia en Barcelona, la Giralda de Sevilla, la playa de la Concha en San Sebastián o la mezquita de Córdoba son bastante fáciles de identificar.
Escudos e ilustraciones relacionadas con escudos, ferias y fiestas populares igualmente son un clásico en cuanto a los carteles y postales metálicas retro. Las Ferias de Málaga, Jerez o Sevilla, los carnavales de Cádiz, los San Fermines de Pamplona, San Isidro en Madrid…la variedad es tan extensa como el calendario festivo. Y todo ello sin olvidar la gastronomía, uno de los polos de atracción turística que tiene España. La paella o las naranjas valencianas, bebidas como el anís o Tío Pepe, productos como Gallina Blanca o Cola Cao, denominaciones de origen como Rioja o Ribera, etc. ¿Quién da más?
Un paseo en modo retro por la vieja Europa
Al otro lado de los pirineos, en Francia, los carteles metálicos son algo más sofisticados, con los habituales de la chapellerie real o la Suprême Pernot, si bien se repiten las temáticas habituales: marcas francesas de automóviles como Peugeot y Citroen o de neumáticos como Michellin; productos como el pate o el Maggi (para las sopas), grandes acontecimientos deportivos como Le Tour de France o Las 24 Heures Du Mans, personajes del cómic de siempre como Tintin o Asterix y Obelix…o los símbolos de la Ciudad de la luz, caso de la torre Eiffeel, por supuesto. Por descontado, la gastronomía francesa también cuenta con sus carteles representativos con alusiones al Champagne, Chocolat, el clásico vermouth o la brasserie francesa. Bon apetite!
En Italia, los carteles folclóricos con aroma a vintage vienen marcados por iconos nacionales como las motos Ducati o los coches Ferrari o Alfa Romeo, cafés como l’Espresso o el Capuchino, el aperitivo Martini Rossi, el Campari y, por supuesto, la Ciudad eterna: Rome, con el gran coliseu y las estatuas del imperio romano como gran reclamo. Las marcas cerveceras como Pilsen, Heineken u otro de los incombustibles de las cuatro ruedas con origen en la movida hippie, el Volkswagen Bulli, son otros de los clásicos con mayúsculas en el mundo de la ilustración y de los carteles de diseño retro en la vieja Europa.
El Whisky, la cerveza Guinness, el Titanic, el Big Bang y, por encima de todos ellos, el icono Beatle son los temas por antonomasia que las ilustraciones británicas reproducen con aroma a vintage. Y si cruzamos el Atlántico, todo un continente por descubrir: la Estatua de la Libertad, la industria de la música y del cine, con sus clásicos (Chaplin, Mogambo, Casablanca…) y sus iconos (Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Elvis Presley…); y todo un universo de grandes marcas y multinacionales de referencia como Harley Davidson, Coca Cola, Jack Daniels, Lucky Strike… en una suma casi inacabable de gigantes del marketing con estilo propio pero que ensu recorrido retro sólo siguen un camino: el que marca la Route 66, auténticamente genuina.
