Los carteles de marcas de tabaco han sido un clásico de la publicidad durante décadas. Muchos de ellos se han convertido en un referente por su ingenio, variedad y diseño. Juegos de palabras, personajes famosos (incluso, presidentes del gobierno americano como Ronald Reagan), dibujos animados… son muchos los elementos de los que ha echado mano desde los comienzos la industria tabacalera para vender sus productos, confiando en publicistas que llegaron a crear auténticas obras de arte.

Más cuestionable es, sin embargo, el significado y valores sociales que han transmitido algunos de estos carteles, sobre todo desde el punto de vista moral. Esos mismos publicistas y diseñadores que dieron vida a auténticas obras de arte no tuvieron reparo en utilizar todo tipo de recursos y figuras, desde niños a militares, pasando por médicos que recomendaban el consumo de una marca de tabaco. Situaciones todas ellas que hoy nos pueden parecer desconcertantes haciéndonos pensar en la sátira o la parodia, pero que por aquel entonces tenía un significado distinto, pues constituía un arma de persuasión relacionada directamente con los valores morales de la sociedad de antaño.

En la década de los 50 o 60 las tabacaleras no sólo tenían carta blanca para promocionar sus productos sino que se atrevían incluso a vincularlos a supuestos beneficios para la salud, asegurando incluso que el tabaco y derivados podían prolongar la vida -permitiendo llegar a los 100 años-, asegurando que eran lo mejor para tener una buena digestión, que calmaban el apetito o ayudaban a mantenerse en forma. Increíble pero cierto.

Anuncios de tabaco sorprendentes

Y es que los médicos y dentistas parecían ser los mejores embajadores de las marcas de cigarrillos, hasta el punto de que una bata blanca parecía ser garantía de éxito en la publicidad.

Uno de los ejemplos más llamativos lo tenemos en los carteles de publicidad retro protagonizados por un doctor que, mientras fuma en la consulta, ofrece a su paciente un cigarrillo animándole a que le dé unas vacaciones a su garganta y haciendo hincapié en un supuesto efecto refrescante y anti irritante. No menos sorprende resulta el cartel de publicidad vintage en el que niño angelical, prácticamente un bebé, le pide a su madre que antes de regañarle se fume un Marlboro.

Carteles de publicidad de tabaco

Actualmente sería impensable encontrar carteles de semejantes características. En primer lugar porque está muy regulada la publicidad de este tipo de productos, continuando por los movimientos sociales que hay en contra del tabaco (sólo hay que recordar las continuas campañas de entidades y ONG para concienciar sobre los graves y demostrados daños que ocasiona el tabaco para la salud) y terminando por el hecho de que estamos hablando de mensajes políticamente incorrectos y, en el caso del segundo cartel, protagonizados por un menor.

Internet y los grandes medios de comunicación proyectarían rápidamente este cartel convirtiéndolo en noticia y propiciando su censura casi inmediata, probablemente, con los perjuicios de imagen y reputación que ello conllevaría para la marca en cuestión, al margen de posibles sanciones.

Hoy en día los carteles de publicidad de tabaco prácticamente han desaparecido del mapa. Con la entrada de la nueva normativa europea en 2005 queda prohibido cualquier tipo de anuncio de tabaco en prensa, radio o internet, lo que se suma a la Directiva de Televisión sin Fronteras, que en 1990 ya eliminaba los anuncios de las marcas de tabaco en la pequeña pantalla. No obstante, quedan al margen de esta normativa la publicidad en los cines y en los carteles, el merchandising (material promocional) y el patrocinio de acontecimientos de carácter local, siempre y cuando sólo cuenten con participantes de un país miembro.

Puedes ver una muestra de carteles de publicidad retro relacionados con el tabaco y otros productos en nuestra cuenta de Pinterest.. Te invitamos a entrar.