En el año 1903, W. Harley y A. Davidson decidieron conjuntamente crear la que se ha convertido en la marca de motos más famosa en el mundo entero, Harley Davidson.

 

 

El pequeño proyecto, que comenzó en un taller propiedad de uno de los familiares, fue poco a poco aumentando su producción y en apenas 5 años ya había creado su propia fábrica y creado, con sus propios y tan originales diseños, 150 Harley Davidson.

Sin embargo, su ambiciosa idea no acabó aquí y su número de clientes y encargos no cesó de ascender hasta que en el año 1914, incluso el ejército solicitó sus vehículos, y Harley Davidson alcanzó aún más popularidad en Estados Unidos al convertirse en el proveedor oficial. Y aunque la Gran Depresión de 1929 hizo que tuvieran que frenar su frenético ritmo de producción, su adaptación a los nuevos tiempos fue llevada de una manera correcta, y se convirtió en una de las pocas marcas que sobrevivió a este importante “crack”. Finalmente, en la Segunda Guerra mundial, nuevamente, volvió a ser la proveedora oficial del ejército norteamericano.

 

Curiosamente, lo que no pudo mermar ni siquiera la crisis económica, estuvo a punto de destrozarlo Hollywood. Fue a partir de los 60 cuando el cine comenzó a dar una imagen estereotipada negativa de la Harley Davidson, dejando una mella en su consideración mundial, mejor dicho de sus conductores, a quienes los describía como nefastos, violentos e incluso realmente peligrosos para la salud vial.

Carteles de Harley Davidson

Y coincidiendo esto con la venta de la compañía, y un empeoramiento en la calidad de los materiales usados en las motos, casi provocan la extinción de la popular marca.

 

No obstante, el mundo cartelístico y de la publicidad, siempre han tenido un lugar reservado para esta marca de motocicletas. Y aunque su imagen publicitaria fue variando según cada época, el cartel con el logotipo de la marca Harley Davidson nos transmite a cada uno una visión y una idea diferente que identificamos con distintos rasgos de la compañía, o que incluso asociamos a famosos artistas o al propio cine. Lo que sí está claro es que es un cartel con marca, personalidad, y sobre todo, con historia.

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