Si hay una calle que al menos todos debemos recorrer una vez en nuestra vida, esa es sin lugar a dudas la de Downing Street. Y si, buscamos un número, tendremos que llegar, en concreto hasta el 10.

Y es que este portal aparentemente no muy distinto al de los demás edificios londinenses, esconde tras sus cristales no solamente una gran historia, sino también custodia los secretos y sucesos que sucedían en la más rigurosa intimidad de todos los que fueron alguna vez Primer Ministro de  Gran Bretaña.

 

Pero la casa de los presidentes, no siempre fue una edificación que pudiese pasar desapercibida entre los grandiosos edificios del centro de Londres. Cuando fue construida por Sir George Downing en 1682, constaba de tres casas, ¡una de ellas era una mansión con vistas a St. James’ Park! Sin embargo, a nuestros días, solo ha llegado una de las tres edificaciones; este modesto piso.

Lo que pocos saben, es que, en un principio, Downing, concibió esta casa para poder espíar a los primeros ministros, porque además de un excelente y conocido arquitecto, Mr. Downing estaba a los servicios de Oliver Cromwell, encargándose de hacerle llegar las informaciones más relevantes que tomaban los políticos.

Reconstruida en varias ocasiones, y con un retrato del mismísimo Sir George Downing en el recibidor, esta casa se ha ganado el respeto y admiración de personajes como Churchill, o Margaret Tatcher, quien la consideraba como una auténtica joya, incluso patrimonio nacional.

Sin embargo, ni siquiera casas tan señoriales como el número 10 de Downing Street se libran de peculiares inquilinos, que llegan incluso a ser más protagonistas y atraer a más visitantes que la propia construcción en sí.

Este es el caso del gato Larry, el cual ha sido “adoptado” por el primer ministro tras pasearse prácticamente todos los días por delante de la puerta.

Así que, ya sabéis, si no podéis hacer como él, y visitar esta mítica casa, podéis conformaron con este video que muestra un tour con los cambios más recientes que ha sufrido la casa, y haceros con el bonita placa de Downing Street que os recordará cada vez que lo contempléis que apenas quedan calles con la historia y el encanto de esta popular calle de Londres.