En la era de internet, las tabletas y los teléfonos móviles olvidamos con demasiada frecuencia que somos más que un número, un nombre de usuario o una dirección de correo electrónico.
Las tecnologías nos ayudan relacionarnos pero, al mismo tiempo, también pueden coartar nuestra capacidad imaginativa y hacernos mucho más previsibles e impersonales. Esta tendencia se observa en la comunicación que mantenemos con nuestros conocidos, amigos e incluso con nuestra familia. Preferimos enviar un correo electrónico o un "original" mensaje de cadena por el móvil que una carta personalizada con nuestra propia letra.
Read More